¿Qué es la cirugía de próstata?

La cirugía de próstata es un procedimiento médico que se realiza para tratar diversas afecciones de esta glándula, ubicada debajo de la vejiga y encargada de producir parte del líquido seminal. La complejidad de la operación depende, por supuesto, de la naturaleza del problema.

En la mayoría de los casos, la intervención quirúrgica se lleva a cabo para aliviar los síntomas de la hiperplasia prostática benigna (HPB) o para tratar el cáncer de próstata en etapas avanzadas. Sin embargo, existen muchas más técnicas quirúrgicas para tratar otros casos.

En los últimos años, los avances médicos han permitido el desarrollo de procedimientos mínimamente invasivos, los cuales reducen el tiempo de recuperación y minimizan los riesgos asociados a las cirugías tradicionales.

🏥 La intervención quirúrgica con grados bajos de invasión al cuerpo han resultado en procedimientos más sencillos, con un periodo de recuperación mucho más rápido y, en general, una comodidad considerable para los pacientes.

Cirugía de próstata mínimamente invasiva ¿Cómo se realiza?

¿Qué tipos de cirugía de próstata existen?

Existen varios procedimientos quirúrgicos para tratar afecciones prostáticas. A continuación, te explico cuáles son los enfoques mínimamente invasivos más utilizados:

  • Resección transuretral de la próstata (RTUP): Es el procedimiento más común para tratar la HPB. Se introduce un resectoscopio a través de la uretra para extraer el tejido prostático sobrante y mejorar el flujo urinario. No requiere incisiones externas.
  • Enucleación prostática con láser (HoLEP o ThuLEP): Se emplea un láser de alta precisión para extraer el tejido prostático agrandado. Es una técnica segura y con menor riesgo de sangrado.
  • Ablación con láser verde: Utiliza energía láser para vaporizar el tejido prostático obstructivo, permitiendo que la orina fluya sin dificultad. Es una opción ideal para pacientes con alto riesgo quirúrgico.
  • Implantes uretrales (UroLift): Se colocan pequeños dispositivos que separan el tejido prostático sin necesidad de extraerlo. Se realiza de manera ambulatoria y con recuperación rápida.
  • Cirugía robótica asistida: Se emplea el sistema Da Vinci para realizar una prostatectomía con incisiones mínimas, mayor precisión y una recuperación más rápida en comparación con la cirugía abierta.

Cada técnica tiene indicaciones específicas y es importante que el médico evalúe cuál es la más adecuada según el diagnóstico del paciente.

¿Qué significa que una cirugía sea mínimamente invasiva?

El término “mínimamente invasiva” hace referencia a procedimientos quirúrgicos que requieren incisiones pequeñas o, en algunos casos, no necesitan cortes externos. En lugar de realizar una cirugía abierta, se emplean instrumentos especializados que permiten acceder a la próstata a través de la uretra o mediante pequeñas incisiones en el abdomen.

Ventajas de la cirugía mínimamente invasiva

  • Menor tiempo de recuperación: Los pacientes pueden retomar sus actividades cotidianas en menos tiempo.
  • Menos dolor postoperatorio: Al reducirse el trauma en los tejidos, el dolor es significativamente menor.
  • Menor riesgo de sangrado: Esto disminuye la necesidad de transfusiones sanguíneas.
  • Menos complicaciones: Se reduce la posibilidad de infecciones y otras complicaciones quirúrgicas.
  • Estancia hospitalaria más corta: En muchos casos, el paciente puede regresar a casa el mismo día o en 24 horas.

Gracias a estos beneficios, las cirugías mínimamente invasivas han reemplazado en gran medida a las técnicas tradicionales para el tratamiento de la próstata.

¿Cuándo es necesaria una cirugía de próstata?

El tratamiento quirúrgico de la próstata se recomienda cuando los síntomas afectan gravemente la calidad de vida del paciente y no han mejorado con medicamentos u otros tratamientos conservadores. Algunos de los principales motivos para considerar una cirugía incluyen:

  • Dificultad grave para orinar o retención urinaria persistente.
  • Infecciones urinarias recurrentes causadas por la obstrucción prostática.
  • Cálculos en la vejiga debido a la acumulación de orina.
  • Sangrado persistente en la orina debido al agrandamiento prostático.
  • Insuficiencia renal provocada por la obstrucción urinaria.
  • Cáncer de próstata en etapas avanzadas o agresivas.

Si experimentas síntomas urinarios persistentes o has sido diagnosticado con una afección prostática, consulta con un especialista para evaluar si una cirugía mínimamente invasiva es la mejor opción para ti.

👨‍⚕️ Solamente un profesional médico de la urología puede llevar a cabo estos procedimientos quirúrgicos. Puedes discutir estos tratamientos con tu médico de confianza para conocer más al respecto.

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