El constante chequeo médico de la próstata se vuelve un hábito necesario a partir de los 40 años de edad en la vida de un hombre. Es durante la adultez que este órgano tiende a presentar problemas.
Si bien la visita al urólogo se convierte en un requerimiento con el fin de cuidar la salud masculina, es también importante destacar el gran papel que juega hacer ejercicio para mantener sana la próstata.
Este estilo de vida activo debe tomar enfoque especial en la prevención de la hiperplasia prostática, es decir, el agrandamiento de la próstata que comúnmente se da con la edad.
Considerando esto, vamos a hablar en este artículo sobre los más grandes beneficios que conlleva hacer ejercicio para la salud prostática.
1. Menor riesgo de enfermedades
De manera general, el ejercicio fortalece el sistema inmunológico y la salud cardiovascular, así como se encarga de reducir inflamaciones.
Estos beneficios competen mucho a la salud de la próstata, ya que demuestran reducción en el riesgo de condiciones urológicas, tales como la hiperplasia, los cálculos renales y la enfermedad renal crónica.
2. Control de peso
Se ha comprobado que los problemas urológicos (especialmente la disfunción eréctil y la incontinencia urinaria) se ven potenciados al sufrir de sobrepeso y obesidad.
Por ello, realizar actividad física es un factor clave que ayuda no solo por el mantenimiento de un peso corporal saludable, sino porque también impacta de forma positiva el estado de salud del sistema genitourinario, incluyendo a la próstata.
3. Mejor flujo sanguíneo
Los órganos requieren de una buena circulación sanguínea para poder funcionar adecuadamente, especialmente los pertenecientes al sistema urinario.
Una gran forma de estimular el flujo de sangre es por supuesto el ejercicio, resultando en una mayor oxigenación de los órganos como los riñones, la vejiga y la próstata.
4. Salud sexual
Una de las causas más comunes de disfunción eréctil durante la adultez, es el daño a los vasos sanguíneos que llevan la sangre al pene. Como ya sabrá, el ejercicio ayuda a mantener un sistema circulatorio más saludable, lo que a su vez disminuye el riesgo de desarrollar disfunción eréctil en la etapa adulta.
Adicionalmente, la actividad física incrementa la resistencia, reduce el estrés y mejora la autoestima, lo que genera resultados favorables durante el acto sexual.
5. Fortalecimiento del suelo pélvico
La musculatura del suelo pélvico es la encargada de controlar la vejiga y el recto, por lo que fortalecer estos músculos resulta beneficioso para mejorar y/o prevenir trastornos como la incontinencia urinaria.
Los ejercicios de Kegel son un gran ejemplo de actividades físicas enfocadas en fortalecer el suelo pélvico, y que además aumentan la fuerza y resistencia de dichos músculos.